Idealizar una imagen y perseguirla conlleva un cierto ir y venir envuelto en el empeño de conseguir lo que en tu imaginación se proyecta. Puede que sea imposible llegar a ella, pero lo realmente emocionante es no desistir en el intento y seguir rastreando ese sueño enredado entre la más íntima poesía.
Esperar el momento oportuno que crea sensibilidad.